agosto: COLOR 2da parte


Caravaggio 1571-1610(Barroco de la contrareforma, sus escenas llevan el evangelio a las calles)
El Barroco representa un momento de la cultura occidental que coincide con la afirmación de las nacionalidades, la tensión Reforma-Contrarreforma, la aparición de nuevos sistemas económicos de un incipiente capitalismo, y la exaltación, en los países católicos, del poder absoluto del monarca, que culmina en la casi divinización del Rey Sol, mientras en los países protestantes van abriéndose camino las fórmulas del parlamentarismo que cristalizan en Holanda y en Inglaterra.
En el arte, al equilibrio, a la razón y a la belleza que exaltaba el Renacimiento van a suceder ahora dos direcciones distintas: De una parte un mayor interés por la realidad, un gusto por lo inmediato y cotidiano que va unido, en los países católicos a un deseo de aproximación del hecho religiosos a la sensibilidad de los fieles, y en los protestantes, a la afirmación, en la burguesía creciente, del interés por los aspectos sensibles de la realidad circundante.
De otra, un interés por lo monumental, lo sorprendente, lo rico y deslumbrante, que es la expresión del poder y de la autoridad, y un reflejo, propagandístico en buena parte, de la buscada grandeza del monarca, de la nación o de la Iglesia. El barroco es el arte del movimiento, de la tensión dramática, de la definitiva captación de la perspectiva aérea en pintura, y del urbanismo escenográfico en la ordenación de las ciudades.










Velazquez 1599-1660 (Barroco español)
España, en la segunda mitad del siglo XVII, y especialmente el último tercio, bajo el reinado de Carlos II, vive una transformación completa en cuanto a la pintura. A la influencia italiana, naturalista y tenebrista de la primera mitad, sucede un predominio de lo flamenco, dinámico y colorista, con un sentimiento de brillo y riqueza que contrasta aparentemente con la realidad de la dura decadencia española. El barroco decorativo, que en Italia y Flandes era la expresión de la recuperación de la Iglesia y en Francia la plasmación de su optimismo creciente ante la afirmación de su poder, en España tiene que ser una especie de telón vistoso que disimule la fragilidad de la estructura económica del país y sostenga, a duras penas, una apariencia de riqueza. Es significativo que junto al aspecto triunfal de los lienzos de altar, es este periodo el que ve también el auge de ciertos temas que señalan directamente la amargura, el desengaño y la vanidad de los caducos bienes del mundo. De todos modos, desde el punto de vista del estilo, y de los puros valores plásticos, en este periodo se alcanzan algunos de los más brillantes logros estéticos. La influencia de lo flamenco, de Rubens y Van Dyck, fundida con la tradicional devoción de lo veneciano, produce obras de una belleza de color y de una ligereza de ejecución que cuentan entre lo más notable de la época en toda Europa.





















Chardin 1699-1779 (Barroco Francés)
Chardin se va a destacar como pintor de naturalezas muertas, retratos y escenas de interior, siendo considerado como uno de los mejores pintores del siglo XVIII francés. Las escenas de la vida cotidiana, marcadas por la humildad, y los objetos personales, serán sus temas favoritos. La luz será otra de sus grandes preocupaciones, conecta con el Barroco holandés, especialmente con Vermeer. Al final de su vida se interesó por el pastel, siendo referencia para Degas y Manet.














Rembrandt 1606-1669 (Barroco Holandés)

















Watteau 1684-1721 (Rococó Francés)
Esta pintura decoraba las casas de la nobleza y de la burguesía, por lo que el cuadro, de formato pequeño, se adaptaba a los espacios de las casas dieciochescas. Se sigue cultivando la pintura al óleo y se populariza como medio de expresión la pintura al pastel. La pincelada era fina, no suele por lo general apreciarse.
Es una pintura muy colorista; se prefieren los colores vivos, luminosos, suaves y claros. Hay un esfuerzo consciente por evitar las sombras, prefiriendo la luz. El género mitológico se vuelve delicado y sensual.
El género del retrato (ejemplo: Maurice Quentin de La Tour) se hace irónico y más realista. Predominan las formas curvilíneas, las inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos, y especialmente en los temas galantes y amorosos. Las figuras son jóvenes, idealizadas, graciosas. Es un arte mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de las relaciones humanas. Los temas son maliciosos o frívolos. La escenas mitológicas se vuelven galantes, prefiriéndose representaciones idílicas.








La Tour



Boucher






Fragonard









Manet 1832-1883 (entre el realismo y el impresionismo)
Manet es el guía y maestro de los impresionistas. Refiriendonos al modulado, crea grandes zonas de luz en las figuras, que parecen recortarse del resto del cuadro, de esta manera modifica el espacio que ya no es tan tridimensional como el espacio modelado del renacimiento.
Matisse diría mas tarde: "Fue el primero que obró por reflejos y simplificó el oficio de pintor. No expresando sino lo que impresionaba inmediatamente a sus sentidos"....
















Renoir 1841-1919 (impresionista)











Camille Pissarro (impresionista)









Alfred Sisley (impresionista)











Paul Signac (Divisionismo o neoimpresionismo)
El desarrollo de la ciencia y de la óptica hace que algunos profundizen el estudio de la incidencia de la luz sobre los objetos. Se había probado científicamente que la retina capta la imagen observada en forma de pequeños puntos que se unen mentalmente. En consecuencia, los franceses Paul Signac y Georges Seurat compusieron sus cuadros mediante innumerables puntos diminutos y exactos.




Seurat



El arte pictórico de la segunda mitad del siglo XIX ofrece dos caminos: el impresionismo y el simbolismo que en realidad suponen, por una parte, el fin del ciclo pictórico iniciado en el Renacimiento y, por otra, el origen del arte contemporáneo después de las experiencias postimpresionistas.



Gaugin 1848-1903 (Simbolismo)
Paralelamente a la preocupación del impresionismo por la naturaleza y a los intentos de construcción científica del puntillismo, se desarrolla una nueva concepción sobre la función y objeto de la pintura. Los simbolistas – cuyos precedentes se encuentran en Blake, los nazarenos y los prerrafaelistas – propugnan una pintura de contenido poético.
El movimiento simbolista reacciona contra los valores del materialismo y del pragmatismo de la sociedad industrial, reivindicando la búsqueda interior y la verdad universal.










El nombre “Nabis” que en hebreo significa “Profetas” fue dado por el poeta Cazalis a un grupo de artistas que reúne personalidades tan diversas como Pierre Bonnard, Jean Édouard Vuillard, Maurice Denis, Paul Sérusier o Felix Valloton.
El catalizador del movimiento es Sérusier, que en septiembre de 1888 aporta un pequeño cuadro-manifiesto, “El talismán”, ejecutado en Pont-Aven en base a los consejos de Gauguin.
En el café Brady, lugar de contacto del grupo, se elaboran los preceptos del movimiento, convirtiéndose Denis en su teórico.
Su común preocupación es la búsqueda de una fiel transcripción del pensamiento y de las emociones a través del poder evocador de la línea y de unos colores utilizados libremente. Invocan los modelos que provienen de civilizaciones primitivas o exóticas: estampas japonesas, arte egipcio, esculturas y vidrieras medievales o la pintura de los primitivos italianos Eliminan la profundidad y el modelado mientras que las formas estilizadas se tratan en superficies lisas de colores puros, separadas por un trazo continuo. La deformación expresiva de la línea, la voluta y el arabesco crearán el ritmo.
La ambición del grupo de integrar el arte con la vida se encuentra su expresión en el campo de la decoración: vidrieras, tejidos, papeles pintados tapices o decorados de teatro, produciendo carteles y contribuyendo al renacimiento de la madera grabada a través de la ilustración de numerosos libros revistas.

Jean Édouard Vuillard












Vincent Van Gogh 1853-1890 (Postimpresionista)
Los Postimpresionistas, partiendo del impresionismo, derivan hacia una pintura personal que anuncian algunos de los movimientos pictóricos más importantes del siglo XX. El postimpresionismo supone entre otras cosas una preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las cosas y de las personas iluminadas. Su trascendencia para la evolución del arte es fundamental.

Algunas características generales, con inclusión del pintor que mejor las representa:
- Interés por la construcción de la forma, el dibujo y la expresividad de los objetos y figuras humanas.
- Conciliación entre efecto volumétrico (conculcado por el fulgor luminoso impresionista que casi había desmaterializado las formas) y el gusto puramente estético (Cézanne).
- Concepción del cuadro a base de cuerpos rigurosamente geométricos (Cézanne)).
- Empleo de colores contrastantes para distendir y definir los planos y formas.
- Efectos pictóricos basados en búsquedas estructurales, espaciales y cromáticas.
- Utilización de colores puros con gran carga emotiva ( Van Gogh) y modulados (Gauguin)).
- Creaciones imaginativas a base de pinceladas cursivas que intentan expresar la angustia y el desconsuelo interior (V. Gogh).
- Interés por lo exótico (Gauguin) y los bajos fondos (Toulouse-Lautrec).
- Creación de composiciones simplificadas y estáticas, buscando la armonía de las masas cromáticas encerradas en perfiles bien ceñidos (Gauguin).



























Henri Matisse1869-1854(Fauvismo)
El fauvismo es el primer movimiento artístico revolucionario del siglo XX ¿primer movimiento de Vanguardia?
Los primeros ejemplos “fauves” proceden de 1903, pero es en el “Salón de Otoño” de 1905 cuando una docena de artistas, agrupados en torno a Matisse, hacen su primera aparición pública. El escándalo que provocan no impide que se vuelvan a reunir de nuevo en el “Salón de los Independientes” de 1906; en esta ocasión, el crítico Louis Vauxcelles se refirió a una pequeña escultura de aire florentino, situada en al sala de los radicales, con la expresión “Donatello parmi les fauves!” (¡Donatello entre las fieras!). Había nacido un nombre con el que designar al movimiento.
Dos años más tarde, hacia 1908, el grupo, como tal, deja de existir.
Características:
* Libertad en el color hasta llegar a la exaltación o la violencia, sin mezclas o matices. El color se independiza del objeto, haciendo un uso arbitrario de éste respecto de la naturaleza, cuyo resultado son rostros verdes, árboles azules, mares rojos, rosáceos o violetas, sus tonos preferidos.
* Extrema simplificación de formas y elementos: los objetos y los contornos se perfilan con pinceladas gruesas, anchas, bastas y se rellenan con manchas de color planas.
*Interpretación lírica y emocional de la realidad con temas agradables, fundamentalmente paisajes o retratos.
*La profundidad desaparece (continuación de los planos únicos de Gauguin).
*Los volúmenes se perfilan con pinceladas fuertes, no con el convencional claroscuro. La ruptura con la perspectiva tradicional es ya un hecho consumado.
Pintores fauvistas son Henri Matisse (figura central de esta "vanguardia"), Andre Derain, Maurice de Valaminck, Pierre-Albert Marquet, Raoul Dufy, Georges Braque y Georges Rouault.



































JUEGO: De viaje por la historia del arte

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